sábado, 22 de junio de 2019

Reseña #188: Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo - Elvira Sastre




Título: Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo

Autor: Elvira Sastre

Editorial: Waldthunter

Páginas: 176

SinopsisLa poesía ayuda a darle nombre a esas cosas que existen pero de las que aún no sabemos que están ahí. Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo es una llamada al desahogo, una puerta abierta a lo que habita dentro del alma de cada uno, un abrazo pausado a uno mismo. Este libro reúne cuarenta y tres formas de ser valiente y mirar a la vida a los ojos, con las manos llenas de verdad y con ese amor desnudo y cierto entre los dientes dispuesto a soltarse el pelo y liberarse de las cuerdas que, en ocasiones, llevan nuestro nombre.




Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo es un poemario escrito por Elvira Sastre.

Cuando lo vi en la feria del libro Sin lugar a dudas sabía que me lo tenía que llevar para mi casa, llevaba un tiempo largo buscándolo por mi ciudad pero no podía encontrarlo por ninguna librería porque estaba agotado. Tenía la certeza de que en la feria del libro lo iba a poder encontrar ya que allí estaba presente y la editorial que le distribuye en este país. Así que en cuanto pude comprarlo me senté a leerlo y en muy pocos días lo termine porque cuenta con sólo 150 páginas.


Yo siempre dije que no sé muy bien como juzgar la poesía ya que no es un género en el que me siento muy cómoda y hay muchas veces en que lo leo y no puedo comprenderlo al 100%. Por esta razón en esta reseña sólo les voy a decir que me gustó un montón este poemario.

Si bien algunos poemas me parecen un poco repetitivos porque Hablan mucho sobre el desamor, aquellos poemas que se encontraban cerca del final fueron los que más me cautivaron.

En estos poemas Elvira Sastre habla No sólo del amor y de la pérdida del amor sino que también de su madre de su padre de ella misma de la sociedad de las personas con las que convivió.

Tengo dos poemas que son mis favoritos los títulos son: Antes (poema la manera de mi padre para mi padre) y el otro que me enamoró de ella es Mamá, tú no cumples años, cumples sueños.


Le voy a dejar tres poemas entre ellos los dos anteriormente mencionados para que puedan apreciar un poco la narrativa de esta autora.

Cómo sabrán no hay protagonistas ya que es la propia Elvira sastre la que pone en palabras sus sentimientos.

ANTES (POEMA A LA MANERA DE MI PADRE PARA MI PADRE)

Antes.
Antes
de la música vino tu risa.
Antes
de los sueños vinieron tus cuentos,
las noches sin dormir,
la historia de tu vida
que terminó acunando la mía.

Antes
de la calma vino tu voz,
antesala del descanso,
arrulladora como la espuma del mar,
justa como las divisiones exactas,
pacífica como quien camina abrazado
-bandera blanca entre batalla de gruñidos-.

Antes
del miedo vino tau verdad,
tu empujón tranquilo sin ruedines,
tu experiencia de vida sin edulcorar
que te llevó a tener esa dulzura tan propia 
y única que envuelve tu alma.

Antes
de la pena vinieron tus ojos tristes
a enseñarme la belleza del sufrimiento,
a mostrarme que el silencio puede ser un ruido aterrador
o la composición más delicada,
a señalarme que en la ausencia
se encuentra el recuerdo
-y eso es a menudo
la mayor presencia de alguien-.

Antes
de la poesía vinieron tus manos,
tu rostro en mi espejo,
tu letra en mi mesilla de noche,
tus libros en mis ojos,
tu conocimiento sobre mi almohada.

Antes
de la felicidad vino tu caricia
tu orgullo hecho nudo en la garganta,
tus brazos gigantes y pequeños
que protegen sin querer
y salvan queriendo
a cualquiera que se cruce en tu cariño.

Antes
del amor viniste tú con mamá,
con la abuela, con tu hermana, con tu hija,
y con esa manera de tratar a todo lo que amas
como si cada persona fuera un latido
y tú el corazón más inmenso de la familia.
Antes
de mí, del mundo que conozco,
de la vida que he escogido,
de la gente que amo y olvido
en pasado, presente y futuro,
del camino en que me pararé a descansar
y aquel del cual me saldré,
de las dudas, los miedos, mis sueños;

antes
de todo lo venga durante y después de mí
estás tú
porque empapas mis virtudes
y nunca has disimulado mis defectos,
porque la admiración y el amor se han hecho uno
cuando alguien me pregunta por ti,
porque tu mérito no es haberme dado la vida
sino haberme enseñado a vivir.

Porque quiero amar de la manera que tú amas.
Porque te amo de la manera que tú me amas.


Mamá, tu no cumples años, cumples sueños

Llevas más de medio siglo
a las espaldas
pero en tus ojos,
algunos días,
a media tarde,
cuando el reloj hace sombra
con tu libro y tu café,
se te inundan los ojos de primaveras…
y por un momento parece
que vuelves a estar en tu habitación de niña,
que los rizos te sacuden los hombros
mientras conquistas algún columpio
y los parques y los libros y la merienda
se convierten en tus mejores aliados.
Llevas a la espalda también varios cuerpos llenos de amor:
Uno se enamoró de ti
como un loco poeta
y dejó de mirar a la luna
cada vez que tú abrías los ojos
-aún se le puede ver de noche
con la ventana abierta
mirando tu cara dormida-.
Otros
salieron de ti
como salen los milagros,
apretando fuerte los puños
y cerrando los ojos,
mientras tú abrías esas alas
que no te caben en el pecho,
y te amaron
-te aman-
incluso cuando vuelan lejos
de tus brazos
porque tú les enseñaste a vivir.
Una de ellas
es la belleza hecha carne,
cómo no serlo si lleva tu cara
y tus andares
y esa mirada tan tuya
que oculta tanto misterio
que hasta los ciegos la quieren ver.
Otro,
se sigue escondiendo detrás de tus piernas
cada vez que sale a la calle,
busca tus dedos entre su pelo
porque solo tú le llenas el cabello de tanta ternura… que sólo hay paz en su cabeza,
hunde la nariz en tu abrazo para tenerte cuando no estés en la habitación de al lado,
llora cuando le explota el pecho izquierdo pero se le pasa al tercer latido
porque sabe que tú sigues ahí, que eres su casa,
y que no hay mejor lugar en el mundo que tú.
Lo que quiero decir mamá,
es que mientras tú cumples años
los demás cumplimos sueños contigo.
Verte reír es un atentado contra las lágrimas;
verte vivir es saber que ninguna guerra llegará a nuestras trincheras.
Verte,
en definitiva,
es aprender el amor y la vida.
No dejes de cumplir años,
no dejes de cumplirnos,
no dejes de vivir.
No te vayas nunca Mamá.


Yo no quiero ser recuerdo

A la mierda el conformismo:

Yo no quiero ser recuerdo
Quiero ser tu amor imposible,
Tu dolor no correspondido,
Tu musa más puta,
El nombre que escribas en todas las camas
Que no sean la mía,
Quien maldigas en tus insomnios
Quien ames con esa rabia que solo da el odio.

Yo no quiero
Que me digas que mueres por mí,
Quiero hacerte vivir de amor,
Sobre todo cuando llores,
Que es cuando más viva eres.

Yo no quiero
Que tu mundo se dé la vuelta
Cada vez que yo me marche,
Quiero que darte la espalda
Solo signifique libertad
Para tus instintos más primarios.

Yo no quiero
Quitarte las penas y condenarte,
Quiero ser la única
De la que dependa
Tu tristeza
Porque esa sería
La manera más egoísta y valiente
De cuidar de ti.

Yo no quiero hacerte daño,
Quiero llenar
Tu cuerpo de heridas
Para poder lamerte después,
Y que no te cures
Para que no te escueza.

Yo no quiero
Dejar huella en tu vida,
Quiero ser tu camino,
Quiero que te pierdas,
Que te salgas,
Que te rebeles,
Que vayas a contracorriente,
Que no me elijas,
Pero que siempre regreses a mí para encontrarte.

Yo no quiero prometerte,
Quiero darte
Sin compromisos ni pactos,
Ponerte en la palma de la mano
El deseo que caiga de tu boca
Sin espera,
Ser tu aquí y ahora.

Yo no quiero
Que me eches de menos,
Quiero que me pienses tanto
Que no sepas lo que es tenerme ausente.

Yo no quiero ser tuya
Ni que tú seas mía,
Quiero que pudiendo ser con cualquiera
Nos resulte más fácil ser con nosotras.

Yo no quiero
Quitarte el frío,
Quiero darte motivos para que cuando lo tengas
Pienses en mi cara
Y se te llene el pelo de flores.

Yo no quiero
Viernes por la noche,
Quiero llenarte la semana entera de domingos
Y que pienses que todos los días
Son fiesta
Y están de oferta para ti.

Yo no quiero
Tener que estar a tu lado
Para no faltarte,
Quiero que cuando creas que no tienes nada
Te dejes caer,
Y notes mis manos en tu espalda
Sujetando los precipicios que te acechen,
Y te pongas de pie sobre los míos
Para bailar de puntillas en el cementerio
Y reírnos juntas de la muerte.

Yo no quiero
Que me necesites,
Quiero que cuentes conmigo
Hasta el infinito
Y que el más allá
Una tu casa y la mía.

Yo no quiero
Hacerte feliz,
Quiero darte mis lágrimas
Cuando quieras llorar
Y hacerlo contigo,
Regalarte un espejo
Cuando pidas un motivo para sonreír,
Adelantarme al estallido de tus carcajadas
Cuando la risa invada tu pecho,
Invadirlo yo
Cuando la pena atore tus ojos.

Yo no quiero
Que no me tengas miedo,
Quiero amar a tus monstruos
Para conseguir que ninguno
Lleve mi nombre.

Yo no quiero
Que sueñes conmigo,
Quiero que me soples
Y me cumplas.

Yo no quiero hacerte el amor,
Quiero deshacerte el desamor.

Yo no quiero ser recuerdo,
Mi amor,
Quiero que me mires
Y adivines el futuro.


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