Autor: Laia Soler
Editorial: Puck
Páginas: 352
Sinopsis: Qué fácil sería la vida si el amor fuera luminoso y eterno, como
prometen los cuentos de hadas. Pero algunos amores aparecen poblados de abismos
e incluso tienen fecha de caducidad. Y entonces no hay más remedio que saltar o
salir huyendo. Desde que regresó a Valira, la ciudad de montaña que la vio
crecer, Erin lleva una existencia tranquila y predecible junto a su novio
Bruno, un chico ideal, y a sus amigos de toda la vida. En ese mundo que tan
bien conoce, Erin consigue mantener a raya la oscuridad que desde la infancia
acecha su alma. En Valira, cuenta con un arma secreta: el haya mágica de su
jardín, que desde siempre ha guiado todas sus decisiones.
Las primeras nieves,
sin embargo, traen consigo nuevas caras y encuentros a la pequeña ciudad de
esquí. El invierno lo cubre todo de blanco y de frío. Todo, salvo el corazón de
Erin, cuyos hielos empiezan a derretirse. Puede refugiarse en la magia del
árbol una vez más o explorar las sombras de su corazón, un territorio incierto
y extraño, que nadie salvo ella misma puede conquistar.
Laia Soler, la autora
que nos hizo vibrar con Nosotros después de las doce, nos transporta de nuevo a
los infinitos paisajes de Valira en un relato turbador pero también
resplandeciente sobre el miedo, el riesgo y la magia del presente.
En cuanto vi que Puck publicaba este libro supe
que tenía que leerlo, solo por el hecho de ser Laia Soler, porque hasta, ahora
todas sus historias me gustaron y sabía que esta también me iba a gustar.
La historia comienza
presentándonos a Erin, una joven que vive en Valiria, el mismo pueblo donde
está ambientando el libro anterior de Laia,Nosotros después de las doce. Erin
es la hermana de Teo, el protagonista masculino. Y hay que aclarar, que, este
libro si bien sigue en el mismo pueblo, no la es continuación del libro
anterior, solo toma algunos personajes y les da su propia historia.
Erin, es una chica de
veinte años, que pasó dos años fuera del pueblo, dos años en lo que todo
fue mal, ella recuerda esa etapa como una parte oscura de su vida. Ahora está
de nuevo en Valiria, trabajando en un hotel y entrando en el invierno, esto
quiere decir, que también se están preparando para la llegada de los turistas y
los forasteros que fueron contratados para trabajar en el hotel.
"Búscate a alguien que a veces te ponga de los nervios, que te lleve la contraria cuando tenga que hacerlo, que no te baile el agua solo porque te quiere. El amor no es un sí incondicional. Búscate a alguien que te haga sentir viva"
Erin está de novia con Bruno, desde hace dos
años, pero la relación está como estancada, aunque ella se dice que esta todo
bien. Su vida consiste en ir a trabajar, juntarse con su quinta en un bar,
estar con Bruno, su familia y listo. Pero entre todos estos forasteros que
llegan, también llega Max, un chico que le va a cambiar la vida, le va a enseñar que
no siembre hay que quedarse en la comodidad que te ofrece la vida, sino que hay
que arriesgarse.
Hablemos un poco de los
personajes.
Erin es una chica muy
insegura de si misma, que busca continuamente que le marquen el camino que debe
seguir, ya sea por Bruno o su haya mágica. A lo largo de la novela la vamos a
ver en continuo crecimiento y cambio, y les puedo asegurar que la Erin que empieza
la novela es totalmente diferente a la que la termina.
Hay mas personajes, como
Bruno, el chico que es perfecto, pero que no es suficiente; Max, el forastero,
que llega a revolucionar la vida de Erin, que le enseña que se puede tomar
riesgos y salir airosos de ellos; aparece Teo, el hermano que siempre tiene la
palabra justa y el consejo sabio; aparece Aurora también, la mejor amiga de
Erin, que por mas que no tiene tanto protagonismo como una mejor amiga podría
tener siempre esta presente cuando Erin la necesita.
"Esa noche aprendió que ser mayor no significa enfrentarse sola al mundo, sino saber cuándo es el momento de pedir que alguien te de la mano para poder seguir avanzando."
Valiria es un sueño, un pueblo de pocos
habitantes, donde todos se conocen con todos, adoro reencontrarme con este
pueblo que tiene magia en cada esquina. En esta ocasión nos tocó conocer
el invierno en Valiria y no un carrusel dorado mágico, sino un haya, un árbol
que, con sus hojas, da consejos.
La pluma de Laia siempre
es preciosa, y mejoró muchísimo como escritora y su estilo no para
de cambiar. El libro esta plagado de grandes frases, de un crecimiento
emocional increíble, de aventuras, de tristezas y momentos románticos, pero
cada una de esas escenas son las que hacen este libro tan mágico y especial.
Valoración
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