Autor: Val Emmich con Steven Levenson,
Benj Pasek y Justin Paul
Editorial: Destino
Páginas: 350
Sinopsis: Evan
Hansen creía varias cosas:
Que jamás superaría sus ataques de ansiedad.
Que a nadie le importarían sus problemas.
Que nunca lograría conectar con alguien.
Que siempre se sentiría vacío, excluido y decepcionado.
Que a la gente solo le importa aparentar en las redes sociales.
Se equivocaba en todas.
Que a nadie le importarían sus problemas.
Que nunca lograría conectar con alguien.
Que siempre se sentiría vacío, excluido y decepcionado.
Que a la gente solo le importa aparentar en las redes sociales.
Se equivocaba en todas.
Todo empezó con una
carta que salió del corazón y cayó en manos erróneas... para acabar en una
auténtica revolución por un mundo más amable.
Ahora Evan tiene la
oportunidad más importante de su vida: no solo de ser reconocido, sino de
decir lo que importa, crear vínculos, dejar huella... e incluso entender ese
curioso fenómeno llamado amor.
MUCHAS GRACIAS GRUPO
PLANETA POR EL EJEMPLAR!
Pedí este libro a la editorial porque todos lo
ponían por allá arriba, no sé cuantas personas vi que decían que era un gran
libro. Tengo que decir que después de investigar un poco los cuatro coautores
que tiene son gente que ya ha tenido algún tipo de reconocimiento. Por ejemplo,
Benj Pasek y Justin Paul obtuvieron un Oscar por LaLaLand (película que no vi,
pero que todos dicen que es increíble).
Al parecer y según mis investigaciones Querido
Evan Hansen fue una obra de teatro y uno de los escritores (Steven Levenson)
obtuvo un Tony a mejor actuación en esta obra.
Por eso decía que tenían muy buenas críticas, así
que cuando me lo ofrecieron ni dude.
Querido Evan Hansen nos cuenta la historia de
Evan Hansen que es un chico que sufre un trastorno de ansiedad y al que le
cuenta muchísimo relacionarse con otras personas, así que cuando está
comenzando el último año de instituto decide cambiar un poco su actitud y comenzar
a abrirse a la gente.
Evan, además, asiste a un psicólogo que lo
ayuda con sus ataques de ansiedad y que le recomienza escribirse cartas a sí
mismo para incentivarse. El problema surge cuando escribe en la escuela una
carta completamente desalentadora y por error se la lleve Connor un compañero
de toda la vida, pero con el que nunca tuvo ningún tipo de relación.
Todo se complica cuando a él lo confunden con
el mejor amigo de Connor después de una tragedia y la vida que Evan creía era
tan sencilla comienza a complicarse poco a poco.
Es una historia entretenida y muy interesante,
Evan es un chico que sufre un tipo de ansiedad que puede llegar a dejarlo
encerrado todo el día en su casa, incluso eso es lo que desea hacer en más de
una ocasión en el libro, pero que con el correr de las paginas y de las cosas
que le van pasando, poco a poco va dejando de lado ese Evan que era cuando
comenzó el libro y comienza a soltarse más, a hacer amigos, a proponerse retos.
El crecimiento que hay en este personaje en el libro es absolutamente increíble
porque es bien paulatino, cuando te queres acordar el Evan del principio
desapareció y una versión mejorada ocupa las paginas.
No quiero contar mucho para no hacerles
spoilers, pero es un gran libro con una gran variedad de personajes secundarios
que van a sumarle a Evan para que vaya saliendo de a poco de esa caparazón que
lo protegía porque se da cuenta que a veces, sentirse mal o enojado o triste también
está bien, así como tener pequeños ataques de ansiedad.
Yo les recomiendo mucho este libro y esta
lectura, es bastante rápida ya que los capítulos no son ni muy largos ni muy
cortos y hay algunos que escuchamos una voz diferente a la de Evan y eso enriquece
no solo el texto, sino que nos ayuda a comprender el porqué del trágico suceso
que pasa al principio.
“Eso me recuerda un refrán inglés: “La manzana nunca cae lejos del árbol”. Significa que somos productos de quien quiera que nos haya creado y que no podemos hacer gran cosa por evitarlo. Algo así como “de tal palo, tal astilla”. El caso es que se tiende a pasar por alto la parte fundamental: la caída. Según la lógica del dicho, la manzana siempre cae. Seguir en el árbol no es una opción. Así pues, si la manzana tiene que caer, la cuestión más importante que me viene a la cabeza es que pasa cuando aterriza. ¿El golpe le provoca apenas un rasguño? ¿O la destroza? El destino de la manzana, en casa caso, no podría ser mas distinto. Si te paras a pensarlo, ¿a quién le importa la proximidad del árbol o que especie la engendro? Lo que de verdad importa es como aterrizamos.”
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